Santo consumo



La mayoría de los consumidores quieren desarrollar conexiones personales con los productos y servicios que adquieren en el mercado. Lo que importa no es el producto sino su alma. Lo decisivo no será vender un determinado artículo, sino gustar. Como consumidores nos encantará introducirnos en el mundo que nos ofrece esa marca cultural, que piensa como nosotros y nos corteja.
En este Parque Temático, se hace visible esta idea de segunda realidad, una realidad mas “Light”, planteada a partir del espectáculo y del entretenimiento; con el único fin de vender. Aparece oculto el objetivo de hacer consumir que tiene todo capitalismo. Aunque existan diferencias entre el capitalismo de producción y el de consumo, ambos ponen su énfasis en el producto en sí. En cambio, este capitalismo de ficción trata de ocultar este fin: cuanto menos se note la intención de vender, más eficaz resulta la estrategia utilizada.
Como dice Verdu, estamos de acuerdo en que un consumidor/espectador, entretenido, relajado, distendido y “aniñado” es más propenso a comprar lo ofrecido.
Tierra Santa es un lugar donde la única alternativa es consumir y de forma constante; ya que se ofrecen allí diferentes actividades. De todos los servicios destacamos entre otros, el alquiler de cámaras de fotos, locación de fotos (que consiste en sacarse fotos en ocasiones como casamientos, cumpleaños de 15, bar mitzvahs, bautismos), sillas de ruedas, programas para contingentes. El abánico de posibilidades va desde los espectáculos recreativos de esa realidad de hace más de dos mil años hasta la degustación de comidas típicas.