Diversión y aprendizaje, ¿van de la mano?


Verdu señala que existe una creciente escuela de opinión que piensa que aunque la cultura de masas pierda supuestamente “profundidad”, no supone que pierda conocimiento, capacidad de instrucción y sentido crítico. Para este colectivo, cada día más numeroso, la cultura no debería ser exclusividad de unos pocos y mirar desde lo alto con la arrogancia de antaño. Más bien debería estar al alcance de todos, como un servicio más al ciudadano, y aportar emociones, impactos visuales, mensajes mediáticos, etc. Una serie de sensaciones que demandan las nuevas generaciones y que las anteriores nunca detectaron ni sintieron.

Partiendo de la base que el tema que trata Tierra Santa es lo mas significativo para la historia de la religión. Se puede observar claramente, como cambio la forma en que el hecho se presentaba y se enseñaba antes, y como con este capitalismo de ficción, aparece Tierra Santa presentando estos saberes de forma instantánea, sencilla y entretenida. Así, atrayendo a un público más amplio, al que no se le exige una base de conocimientos previos. Tierra Santa utiliza una estrategia acorde a la forma en que se vive en el mundo de hoy, donde no se buscan profundidades, los productos no deben ser complejos ni implicar esfuerzo de comprensión. La gente necesita todo digerido.